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Entrevistas

Entrevista a Alessandra Luna 

Por Julieta Paggi 

 

 

1- Sabemos que sos la primer estudiante transgénero de la UNLA y que actualmente estás estudiando licenciatura en ciencias políticas y gobiernos. ¿Qué podes contarnos acerca de esta carrera? ¿Por qué la elegiste? ¿Qué podes contarnos acerca de esta institución educativa? ¿Te sentiste expulsada alguna vez? 

 

Soy la primer estudiante travesti, porque mi identidad política es travesti. Hice el primer año en licenciatura en diseño industrial porque todas las cosas que había hecho anteriormente tenían que ver con el diseño de moda, indumentaria, modista, etc. Me gusta diseñar y por eso empecé esa carrera. Y sucedió que si bien me gusta y quizás en algún momento la retome, hubo un momento en mi activismo que necesité herramientas, justamente en la UNLA arrancaba la carrera de licenciatura en derechos humanos y cuando fui a inscribirme me dijeron que NO, que no estaba abierta la inscripción en esa carrera aún, me sentí muy mal y le dije a la persona que anotaba en ese momento ,bueno anotame en la de al lado ,en la de ciencias políticas .Me anoté y cuando hice el curso de ingreso me enamoré de esta carrera. Incluso el no poder inscribirme en esa carrera fue un error de la persona que estaba ahí adelante, porque después me enteré, en el viaje, me comentaron que SI estaba abierta la inscripción. Imaginate que no pasó desapercibida esta situación y me vinieron a ofrecer que me cambie de carrera en la segunda semana de curso de ingreso. Y les dije que no, que me había gustado ciencias políticas. Las Instituciones muchas veces le echan la culpa a la sociedad de ser conservadora cuando los rígidos son ellos mismos. La academia es machista y patriarcal y no solo en el reconocimiento del academicismo sino en lo que tiene que ver con la ciudadanía universitaria .Así que transcurrí el año de industrial bien, pero después empecé a tener problemas con la institución, o sea no de una manera activa, expulsándome, pero sí en el ser excluyentes en un montón de cosas que tienen que ver con los temas académicos, con la ciudadanía universitaria para las personas trans-travestis, me iban dejando afuera. Como siempre digo la inclusión, la verdadera inclusión sin la integración no sirve de nada. 

Muchas veces lloré en los parques de la universidad, hasta que pude formar con otras personas la comunidad LGTB QUAM y empezamos a darnos fuerzas entre nosotres. 

 

2.- ¿Crees que las instituciones educativas son el primer lugar donde se genera discriminación hacia las personas trans? ¿Están todas preparadas para recibirles? 

 

Las instituciones educativas son la tercera institució. Lla primera institución que nos pre-juzga en cuanto al género, es la academia. Demuestra en lo que tiene que ver con la salud, predestinándonos un género por nuestra genitalidad (la ciencia).

La segunda institución es la familia y la tercera es la educativa. Hoy se discute mucho el tema de la ESI y se pelea mucho para que exista dentro de las instituciones educativas, educación sexual y hay como un paradigma porque queremos educación sexual no binaria en las instituciones educativas, porque en realidad son resistencia, porque las instituciones educativas son la primera educación sexista que divide al mundo en dos. Allí entramos diversidad de personas y es una máquina de transformar varones y niñas con respecto a las filas, a los colores, a los baños, a que es ser niña y que es ser niño. La existencia no binaria, las identidades no binarias tienen muchísimos problemas. Cuando las personas no binarias se enfrentan en una universidad al momento de la inscripción en la que te dan una planilla para completar y te pregunta si sos varón o mujer, tiene que haber otra manera de inscripción, hasta incluso les dicen que no pueden anotarse porque no hicieron el cambio de documento. Eso es totalmente anticonstitucional,  porque si vamos a hablar de las jerarquías, de las normas y las leyes, una ley nacional penetra y debe dominar una normativa inferior, pero esto no sucede así, realmente las leyes no existen, por eso es necesario militarlas para que puedan ser sancionadas y cumplidas. 


 

3.-¿Qué te inspiro a escribir “La Leviatana “? ¿Qué sensaciones generó la producción de este libro en vos? ¿Sentiste incomodidad en algún momento al contar tus experiencias íntimas? ¿Sentiste liberación? 

 

Escribí “La Leviatana” porque no creo casual el sistema y yo creo que leviatán está construido desde el sentido machista y patriarcal. En contraposición a esta, creé la leviatana para justamente dialogar en el sentido feminista y en espejo al leviatán de Thomas Hobbes. Con respecto a los sentimientos que se generaron en mí al escribirlo, no sentí liberación, sentí esperanza, ya estaba en mi discurso hace rato, sentí esperanza de poder hablar de esto y poder denunciarlo. El mensaje que yo dejaría es que luchen para poder construirse, por poder ver más allá y no naturalizar la prostitución, sino cuestionárselo o tratar de aprender, porque es la que nos saca adelante. Es difícil porque las mismas instituciones nos expulsan pero no sólo en lo académico  podamos construirnos, sino también, en el activista y la militancia. A mí el feminismo me salvó la vida, me abrazó en el feminismo y es lo que les recomiendo a todas las que luchan. 

 

4. -¿Cómo surge la idea del título “La Leviatana”? 

 

“La leviatana” es una compilación de textos que hace muchísimos tiempo vengo trabajando. Yo escribo desde los 9 años. Textos disidentes en forma de poesía, cuentos fantásticos, etc. después empecé a agregar militancia, testimonios. Empecé a construir nuevos marcos teóricos. Como decía antes que la construcción del conocimiento es machista y patriarcal y que en la universidad no es el único lugar donde se construye el conocimiento, sino que el activismo y la militancia me llevo a ver que siempre que se hablaba de la otredad sobre nosotres, entonces también teníamos que tomar y retomar conocimientos pero desde nuestra propia experiencia, es decir retomar pensadores,filosofos,escritores,etc pero tomar partes recortadas e interpretarlas desde otro sentido, desde otra perspectiva. Donde el eje no sea el heterosexismo. Así que todo esto me llevo a compilar estos textos, pulirlos y empezar a darle estructura para consolidar la leviatana. La verdad es que no me costó escribir mis cosas intimas porque lo privado es político, lo personal es político y lo que no se nombra, no existe y son cosas que nos suceden a todes, si no se cuentan pareciera que no suceden. No me da pena contarlas sino que me parece necesario contar todo lo que nos sucede a través de nuestro cuerpo y es necesario poder retomar esta disputa que tiene que ver con el ser, el deber ser, la construcción del deseo y la mediatización cultural. 

 

5. -¿Cuál crees que son los elementos de la historia con los que se identifican los lectores, sin importar su edad u orientación sexual? 

 

Yo creo que en lo que se pueden identificar los lectores es justamente en la diversificación sexual, el espectro. Porque, muchos somos normados administrativamente pero después en lo que tiene que ver con las vidas privadas y la diversificación en la sexualidad hay muchísimos cosas que están escondidas debajo de la alfombra y que acontece en la vida de todes, en la que tiene que ver las distintas formas de relacionarse en el vínculo sexual. Yo estoy trabajando en un marco teórico que tiene que ver con que no existimos las minorías. Sabemos muy bien que todos los pueblos originarios, reconocían y respetaban toda la diversificación de géneros y vínculos sexuales, entonces post-colonialmente se crea este binarismo heterosexista obligatorio pero que todo el mundo lo cumple administrativamente, aunque no en la realidad. Hoy hablamos de la heteroflexivilidad, sabemos muy bien que hay hombres andan con travestis-trans y que las mujeres heterosexuales andan con lesbianas. Es decir, hay una diversificación sexual muy amplia, también, por ejemplo sucede esto en las personas privadas de su libertad. Entonces ¿Quién es la minoría? Cuando empezamos a leer “La leviatana” empezamos a cuestionarnos un montón de cosas, nuestros deseos, nuestras adolescencias, impulsos sexuales, lo que vivimos en el barrio, lo que nunca le contamos a nadie.

 

6. -¿Cuál fue el primer libro o autor que te impactó? Observamos varias poesías dentro de tu obra ¿Te gusta la poesía? ¿Qué autores lees? 

 

El primer libro que me gustó fue El Principito. Creo que como muches ¿no? 

Y a medida que lo fui leyendo fui haciendo diferentes interpretaciones. En lo que tiene que ver con la poesía, me gusta mucho Alfonsina Storni, Bécquer que durante mi adolescencia, fueron poetas que me han marcado mucho. Actualmente no leo poesía, me gusta mucho escribir. Discuto mucho con lo escrito, creo que no hay producción universal y diversa en el discurso, creo que toda la producción que hay es binaria y  sexista, entonces es como que me aburre y molesta. Hasta en el arte. El arte pensamos que es libre pero no lo es. Por ejemplo en el folclore: el gaucho es avasallante y la china sumisa, eso ni siquiera es real porque no todos los hombres son avasallantes y las chinas sumisas, o sea no está representando ni siquiera el heterosexismo y además los travas, los homosexuales ¿No existen? Esto se refleja en todos lados, en el arte, en la poesía. 

 

7. -Leímos una frase de tu libro que nos movilizó mucho: “Tantas veces me han llevado…yo volví, la mayoría de mis compas travas nunca volvieron…” ¿Te parece que la sociedad es consciente de esta situación de violencia? Hoy, año 2019, pensás que se logró un avance con respecto a años anteriores.  ¿Por qué? 

 

Cuando hablamos de avance en la frase que me citan “Tantas veces me han llevado…yo volví, la mayoría de mis compas travas nunca volvieron…” 

Tenemos que contextualizarlo. Depende en qué lugares, por ahí en lugares más centralizados se avanzó más. Aquí en el conurbano, en el tercer anillo, donde vivimos es diferente. Siguen pasando muchísimas cosas porque hay sistemas feudales que aún nos tocan en los lugares periféricos, y pueblos del interior, ahí ya paso a hablar de lugares del interior por ejemplo en Formosa. Hace recién 2 años, los eruditos que criminalizaban “vestirse del género contrario “y como puede ser si hace 7 años tenemos una ley de identidad de género, volvemos al punto de que normativa superior domina a normativa inferior. Entonces ¿cómo puede ser que una provincia tenga estos eruditos?, o sea, que hay compañeros en Formosa que todavía le suceden este tipo de cosas y clandestinamente sabemos que siguen sucediendo. O sea, las leyes no son mágicas. Hay que ejercitarlas, el DNI no nos cambió la vida pero sí es una herramienta con la cual podemos luchar, siempre y cuando estemos circunscriptas en un medio donde podemos luchar. O sea que si yo estoy en una ruta, sola y viene la policía a violentarme y nadie me ve y nos hay cámaras obviamente que van a hacer conmigo lo que quieran, más allá de que tengan mi DNI o no. Sigue en estos últimos años, es como que la brecha tiene un retroceso con lo que tiene que refiere a la legitimidad de nuestros derechos y esto pasa en general, como que el patriarcado y el machismo ha avanzado. La justicia está en la fase disciplinadora en la cual hay poder, matar a una mujer, poder matar a un travesti y los fallos son ejemplificantes en el sentido de que salen a favor del asesino y de los violentos. Entonces eso es como diciendo, que pueden hacer lo que quieran, total vamos a fallar a favor de ustedes. Entonces hubo como un avance en las violencias ya sea de la policía en general, en la que es la violencia institucional como la violencia social. No del machismo y del patriarcado. 

 

8. -Otra de las frases que nos conmovió mucho de tu libro: 

“Feliz porque tengo un cuerpo aprendido, pero aprendió de tantas burlas, bullyng a muchísimos golpes físicos ,puñaladas ,fuertes ataques callejeros grupales, violencias institucionales de salud y la policía, del abuso sexual en la infancia y pre-adolescencia, de la prostitución, la soledad…” 

Creemos que esta frase resume un poco todo lo que has vivido a lo largo de la historia que relatas en “La Leviatana”, así como también relatas, todo lo que la comunidad trans lucha por defender, su derecho a ser como uno quiere ser, que consideramos uno de los más importantes del ser humano. Con respecto a esto ¿Qué, mensaje le dejas a quienes luchan por el accionar del derecho a la identidad? 

 

Porque todos los travestis de mi generación somos mapas. O sea, no vemos ninguna que no tenga golpes, cicatrices, cuchillazos, balazos. Nuestros cuerpos son mapas de la violencia machista y patriarcal de este travesticidio social. Porque no solamente este crimen de odio que es la cristalización del travesticidio sino a su vez, esta sistematización de la eliminación de nuestra identidad. No podemos hablar del colectivo trans sin hablar de la prostitución porque no es que alguna travesti-trans se prostituye sino que el 90 % de los travestis trans subsistimos gracias a esto. Nuestro promedio de vida es justamente de 35 años, emana de eso, de esta violencia. El factor más grande es la convivencia con HIV que surge de la situación de prostitución.

Sabemos muy bien que la situación de prostitución engloba un sistema prostituyente invisible, porque nadie nos pone un revolver en la cabeza, pero la falta de acceso nos lleva a eso. También sabemos que retroalimentamos este sistema prostituyente en el cual tenemos que pagar a jefes de calles, hay que vender droga para el Estado y todo esto está documentado en la justicia, sabemos que en todas las zonas rojas funcionan así. Siempre fuimos la caja chica de la policía y si se cumpliera el cupo laboral trans que habla del 1 % en las instituciones del estado realmente, sobrarían cupos porque no hay tantas personas trans. Pero, ¿Quiénes estarían en las esquinas juntando plata para el Estado? ¿Quiénes estarían en las esquinas cubriendo la diversidad sexual que tiene el hombre? Entonces, qué mejor que un colectivo alienado de su humanidad que es expulsado de su casa en la adolescencia y que se maneja con canales alternativos de subsistencia. 

 

9. -¿Cómo pensás la relación entre la literatura y la lucha? 

 

Yo creo muy necesaria esta relación porque, por ejemplo, sabemos muy bien que la historia la escriben los que ganan ¿o no? Los protagonistas, hoy por hoy que recién se están investigando y se están poniendo en letras muchísimas activistas pensadoras, mujeres, por ejemplo. Porque antes parecía que no hubieran existido.

Bueno, en el caso nuestre es lo mismo, o sea, desde mi adolescencia hasta hace muy poco años no había literatura travesti-trans, es decir, la historia de nuestro colectivo se trasmitía en la oralidad. Nosotres nos juntábamos en las casas de los travestis-trans más grandes que nos contaban de boca en boca lo que iba pasando esto era que muchísimas travestis trans morían y con ellas se han perdido una gran porción de información de nuestra historia. Entonces creo muy necesario que podemos poner en palabras y empezar a contar para que justamente el día de mañana nos digan no, como dicen hoy, ahora que existen los travestis trans. La diversidad sexual existe desde que el mundo es mundo. Es muy necesario escribir nuestras historias, sea de la forma que sea. 

 

Diez Preguntas A

Por Cristian Verón.

 

Marcelo Vertua es autor de los libros de poesía “Tatuajes” (2004), “Wallpaper” (2006), y “Luna de miel” (2009). En 2006 se publicó su primera novela, “Mientras las canciones bajan”. En 2012 fue editada “Grisú”, su segunda novela, en la colección Laura Palmer no ha muerto, de la editorial Gárgola. De 2016 es su libro de relatos “Los Lunes Limo”

Cuando se acuerda, cada vez menos, atiende por su blog personal http://marcelovertua.blogspot.com/

 

 

1- Una vez declaraste para un programa radial (La puerta negra, FM 90.7) que para vos la literatura pasaba más por la posibilidad de lo lúdico...¿Escribís/compones únicamente desde ese lugar?

 

Creo que escribo porque no puedo evitarlo. Cuando “aparece” algo, por más que me haga el distraído, sé que tarde o temprano voy a tener que escribirlo. Si paso varios días sin escribir, empiezo a ponerme fastidioso, me peleo con todo lo que me rodea, en especial conmigo mismo. Lo lúdico está, pero también hay otra necesidad, previa. Muchas veces escribo para sacarme ciertos temas de encima. Otras veces escribo para entenderme. El papel me da una claridad que mi cabeza no tiene.  

 

2- Tu poesía está muy emparentada a las letras de viejas bandas de rock... ¿Cómo es tu relación con el rock? ¿Ayuda al proceso creador? ¿Qué bandas son de tu cabecera?

 

La música me inspira. No podría vivir sin música. Las canciones, con sus melodías y sus letras, me fueron acompañando en todas las etapas. Siempre estuvieron ahí, a veces de fondo y a veces en primer plano. La música, al igual que lo olores, te remiten de inmediato, sin escalas, a algo que viviste.

En cuanto rock en español, de chico, gracias a mi hermana mayor, escuchaba mucho a Charly García, en los comienzos de su carrera solista. Después me puse a investigar sus bandas anteriores: Sui Generis, Serú Girán... todo eso en la adolescencia. Después tuve una etapa, Fito Páez,  Calamaro con Los Rodríguez y sin Los Rodríguez. A mediados de los 90 un compañero de trabajo mayor que yo, me prestó el casette de Artaud (Pescado Rabioso) y fue un antes y un después: la música era hermosa, pero además las letras le daban otro relieve, eran lo más parecido a poesía que había escuchado jamás. Al mismo tiempo seguía a Soda, Los Redondos, Bunbury, Divididos, algo de Spinetta como solista, también Ratones Paranoicos, Babasónicos... En esta última época, no escucho mucho rock nacional, no sé por qué.  

En inglés, los primeros grupos a los que le presté atención eran los clásicos de los 60. Rolling Stones, Hendrix, Janis Joplin, Dylan, Doors... Con algunas letras de los Doors me pasó lo mismo que con las letras de Spinetta, y entonces dije: como no puedo ser músico, porque soy de madera, voy a intentar escribir poesía, en eso estoy. 

Después empecé con Guns y The Cult por un lado, y con Depeche Mode y New Order por el otro, y a partir de ahí infinidad de grupos.   

Ahora, más que bandas, escucho canciones. Armo listas. Cuando encuentro una canción que de verdad me gusta, la repito mucho. Es como que quiero vivir una y otra vez lo que esa canción me genera, que es imposible de explicar. Encontrar una canción que te conmueve es como atrapar una sensación en un tubo de ensayo.  

 

3- ¿Cuando hablamos de escritores admirados,  pensamos en influencias o delicados robos? ¿Cuáles son los escritores que te marcaron?

 

Las primeras cosas que leí eran unos libritos que traían letras de canciones traducidas al español. De chico no leí historietas. Empecé tarde, digamos, y empecé con Bukowski. De él pasé a Henry Miller, y de Henry Miller a Dostoiesvski. Después Hemingway,  Kafka, Camus, Salinger, Carver... De los contemporáneos tengo mis favoritos: son gente con los que mantengo una especie de relación. Todo lo que sacan, lo leo: Hanif Kureishi, Houllebecq, Nick Hornby, Lorrie Moore, Fabián Casas, Sergio Bizzio, Pedro Mairal y algunos otros. 

Creo que son influencias. Robarles sería muy trabajoso. Además se notaría enseguida. 

 

4- ¿Por qué empezaste a escribir?

 

Empecé a escribir porque no me salía hablar. Abría la boca y no me salía nada, o me salía algo que en realidad no quería decir. Siempre me resultó más fácil escribir que hablar. Debe ser por eso que muy rara vez mando audios por whatsapp.

 

5- ¿Tenés una idea de para qué debe servir la literatura? ¿Tiene que servir para algo la literatura?

 

Mmmn, no sé. Leer me sirve para viajar sin moverme. Para vivir otras vidas. Para olvidarme de mí y meterme en otro mundo, que puede ser parecido al mío, o muy diferente. Que te cuenten historias es hermoso.

 

6- Para Laiseca; que dijo que no podía pasar las 20 páginas; Piglia que en su diario dice que la novela le costó años o Forn; llegar a la primera novela fue un proceso arduo y dificultoso ¿Cómo fue para vos llegar a la primera novela? 

 

Me costó mucho, pero al mismo tiempo fue un impulso con el que pude llegar al final de la primera versión. Esa primera versión fue una especie de catarsis. Igual tardé un año en escribirla. Después, más o menos, estuve tres años corrigiéndola por etapas. Había etapas en que me ponía a trabajar, y etapas que la dejaba de lado para tomar distancia, y  después volver a corregir con mayor “objetividad”. Igual no quedé conforme. La seguiría corrigiendo. Las primeras cosas que uno escribe son un mal necesario. 

 

7 - ¿Qué necesitas para escribir?

 

Algo que me picotee la cabeza. No tienen que ser grandes temas. Es más, los grandes temas son un problema a la hora de escribir. Me interesan más las cosas que supuestamente son pequeñas. 

 

8- Si pudieras darle un consejo a algún escritor que no ha publicado aún (y hay varios en esta revista que publican por primera vez) ¿Que le dirías?

 

No me siento en posición como para dar consejos, pero le diría algo obvio que a veces se pierde de vista: lo importante es escribir. Publicar es una consecuencia, otra instancia. Para escribir primero se necesita leer, y después darle duro, con constancia, sin ninguna esperanza de nada, pero al mismo tiempo, con la convicción de no parar hasta alcanzar cierto grado de satisfacción con lo que quedó escrito.  

 

9 - ¿La poesía es tu forma de expresión favorita? De ser así... ¿Por qué? 

 

Con la poesía creo, puedo decir varias cosas en pocas palabras, y con los relatos o novelas creo que digo pocas cosas con muchas más palabras. No es que prefiera una u otra. Eso depende de lo que tenga para contar.  

 

10- ¿Cómo pensás tu relación con la literatura? Para T.S Eliot por ejemplo, escribir era una manera de escaparle a la urbana chatura. ¿Qué significa escribir para Marcelo Vertua?

 

Creo que literatura puede ser una manera de escaparse, pero también de encontrarse. Cuando en una novela te identificas con un personaje, ese personaje muchas veces termina revelándote secretos que en realidad son tuyos: pensamientos, ideas, fantasías que hasta ese momento ni sabías que las tenías. Sin la literatura, la vida sería chata, insoportable.   

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